lunes, 19 de marzo de 2012

TABERNAS DE AYER

FUE el poeta Baltasar de Alcázar, en unos versos famosos, quién escribió:"Si es o no invención moderna/¡vive Dios! que no lo sé;/pero dedicada fue/la invención de la taberna". Siglos antes en el Antiguo Testamento se puede leer aquello de que el vino alegra el corazón del hombre. Y el primer milagro que hizo Cristo fue el de las famosas bodas en las que convirtió el agua en vino.

En San Sebastián se ha bebido bastante, y prueba de ello es el elevado número de establecimientos en los que se sirve vino, y esto no es de ahora, sino desde hace muchos años.

Hace un siglo, San Sebastián tenía una población de 39.000 almas en números redondos. Los hombres estaban en proporción de uno cada seis mujeres, es decir, que había entonces un censo de seis mil varones y treinta y tres mil señoras. Estos datos los dio don Manuel Beltrán, inspector de policía municipal, que manejaba a diario papeles y estadísticas sobre el control de la población. Salieron otras voces que alegaban que los datos eran exagerados y que la proporción era de 3 a uno, con lo que tendríamos trece mil hombres dispuestos a serclientes de las tabernas y bares y a apurar cuanto vino se presentara.

A esta cifra habría que rebajar el número de ancianos impedidos para el trasiego de vino y el de niños e individuos refractarios a la bebida, y que daría un número aproximado de seis mil quinientos preparados para el consumo.

Pues bien, en San Sebastián había a principios de siglo doscientas noventa tabernas. A las que habría que añadir para los efectos del vino ciento quince fondas, cafés y restaurantes y setenta sidrerías donde acudían los partidarios de meterse entre pecho y espalda algo de zumo de oro del pecado original.

Además, otro detalle a tener en cuenta, en muchos establecimientos de ultramarinos se despachaban entonces bebidas al menudeo, por vasos y embotelladas.

En los barrios de San Sebastián había setenta y tres tabernas, figurando con el máximo (catorce) el barrio de Amara y con el mínimo (dos) el de Zubieta. En el caso de la ciudad tenía el mayor número de tabernas la calle del Príncipe, que luego se llamó de Pi y Margall, después Hermanos Iturrino y ahora Arrasate, que tenía catorce. Las de Echaide, Juan de Bilbao, San Vicente, Bengoechea y Elcano que tenía una cada una.

Resumiendo, para seis mil quinientos consumidores existían la nada despreciable cifra de casi trescientas tabernas. Y para terminar copiaré a Lutero "QUIEN NO AME EL VINO, LAS MUJERES Y LAS CANCIONES, SERÁ UN ESTÚPIDO TODA SU VIDA".

EL DIARIO VASCO/ 1999/KOXKAS/ R.M.

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