jueves, 21 de noviembre de 2013

NIEVA EN LA CIUDAD

Una nevada cubrió de blanco San Sebastián a principios de enero de 1894. Y no faltó la prosa política de Marcelino Soroa para describir el paisaje de la ciudad y sus alrededores envueltos en el blanco sudario de los copos de nieve.(LA UNION VASCONGADA,Jueves 4/01/1894, nº.843, portada)
Qué delicioso es ver nevar sin experimentar los rigores del frío! Observad el lento descenso de los copos que caprichosamente tienden, bien a reunirse aumentando por lo tanto de volumen, o bien parecen desdeñarse, aislándose frívolamente como si anduvieran a 'bules' hasta llegar a posarse de una manera incierta al punto menos determinado en su caída.
Después el esmalte del suelo tapizado por delicadísimas láminas que a la acción de la luz producen brillantes colores».¿Y los pajarillos, qué es de los pajarillos cuando la nevada cubre calles, casas, jardines y paseos?«Los ateridos pajarillos que apenas pueden tender su vuelo, llegan en pos de algún abrigo al amparo de las calles y plazas. Buen amparo les espera! Ya se encargarán los 'muquizus' de hacerlos ver que se hallan en España. Pues ya se sabe que en los jardines de París y otros puntos de Francia, los pajarillos se acercan a comer unas migas de pan de manos de los mismos chicos; porque allí no hay muquizus. Esta es una fruta genuinamente coskera. Así pues, por esta vertiente de los Pirineos, perseguidos y acosados los pobres pajarillos, con la red de emboscadas que les arman, sucumben al nutrido fuego de las bombas de campo. ¡Inocentes víctimas!».Todos gozaban de la nieve, al decir de Marcelino Soroa. «Desde el tierno 'muguizu' que recientemente se ha colgado sus greguescos hasta el octogenario que al amor de una bien encendida estufa contempla la caída de esa infinita variedad de copos, goza cada cual a su guisa.El placer del primero estriba en lanzarse a la calle, formar una pelotilla y mostrar regocijado en casa, gritando: ¡Ya tengo nieve, ya tengo nieve! El anciano, compara la temperatura exterior con la que él disfruta, entra en cabildeos acerca de nevadas que en sus mocedades duraron más o menos tiempo, aviva un poco el fuego, se arrellana en su sillón y concluye por exclamar: "aquí me las den todas!".Las bolas de nieve se dirigían a los paraguas que llevaban abiertos algunos transeúntes, los atacaban con brío produciendo estrepitosos ruidos que provocaban la hilaridad de otros individuos...Así disfrutaban aquellos chicos de hace un siglo cuando la nieve caía sobre la ciudad.

KOXKAS - R.M.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

CALLE DE ALFONSO VIII

La Provincia de Guipúzcoa, en tiempos antiguos, estuvo incorporada periódicamente, ya a Navarra, ya a Castilla, hasta el año 1200 en que siendo Rey Don Alfonso VIII el de las Navas,se unió voluntariamente y definitivamente a la Corona de Castilla a condición de que se le respetaran los antiguos fueros y costumbres con que vivía desde su primera población.

Se ha querido rememorar esta alianza con el nombre de este Monarca Castellano, puesto a una de las calles de la capital de Guipúzcoa, por el Ayuntamiento de la misma, en sesión de 16 de Noviembre de 1891.

(D. SERAPIO MÚGICA - "Las calles de San Sebastián. Explicación de sus nombres")

CALLE DE ALDAMAR

El Excmo. Sr. D. Joaquín Francisco Baldomero Barroeta-Aldamar y Hurtado de Mendoza, nació en Guetaria el 28 de Febrero de 1796.

Fue Alcalde de su pueblo natal en 1815 y asistió como Procurador Juntero a las juntas generales de Cestona en 1816, siendo nombrado individuo de la Comisión permanente en Madrid.

En 1828, fue elegido Diputado general de la Provincia. Más tarde se le confirió el mando de uno de los ocho batallones de Tercios voluntarios de Guipúzcoa, y en 1844 fue nombrado Senador del Reino.

Comisionado en Corte por Guipúzcoa en 1845, lo fue también durante el mismo año de parte del Gobierno para la recepción en Irún de los Duques de Nemours y de Aumale, y en 1846 para la del Duque de Montpensier.

Su brillante defensa de los Fueros Vascongados en el Senado Español en junio de 1864 le valió una grande y justísima popularidad en el país, que le nombró por aclamación primer Diputado General de Guipúzcoa en sus juntas generales de Irún.

Era Padre de Provincia en Alava y Vizcaya, Caballero de la Orden de Santiago y Gran Cruz de Isabel la Católica. Falleció este inolvidable adalid de la causa vascongada en Madrid a 30 de Octubre de 1866. Su cadáver fue trasladado a Guetaria y enterrado en el panteón que le erigió la Provincia en la Capilla de Nuestra Señra de la Piedad de su pueblo natal, situado en la cripta de la Parroquia de San Salvador.

Trabajó para conseguir el derribo de las murallas, como se hizo constar en acta del Ayuntamiento de 4 de Mayo de 1864.

Por acuerdo del Ayuntamiento de fecha 24 de Agosto de 1887, se dispuso imponer su nombre a una de las calles que se hallaban a continuación de la calle de Oquendo.

(D. SERAPIO MÚGICA - "Las calles de San Sebastián. Explicación de sus nombres")

KOXKAS DONOSTIARRAS: "Unión de Pasajes y San Sebastián"

AHORA nadie pide que Pasajes, cuyo crecimiento en los últimos años ha sido realmente espectacular, forme parte del Ayuntamiento de San Sebastián, como lo fue antaño. En el libro que responde al título de Cosas memorables de Guipúzcoa, Gorosabel dice lo siguiente : "Que San Sebastián debe su repoblación y aumento a don Sancho el Sabio, rey de Navarra, quien para el efecto, le dio los oportunos Fueros, franquicias y libertades, mediante el privilegio expedido por los años 1180".

Una de las cosas más notables de este fuero es el extenso término jurisdiccional que señaló a esta ciudad, entonces Villa. Otorgóla en efecto por tal, todo el territorio comprendido entre los ríos Bidasoa y Oria por la costa marítima, y desde ésta hasta la jurisdicción de la villa de San Martín de Arano, de Navarra, en dirección al interior.

"Doy a los pobladores de San Sebastián por término, dice, desde Ondarribia hasta Orio y de Aranga hasta San Martín de Arano, todo el trecho que yo tengo en aquel término, etcétera".

Los Fueros, privilegios, usos y términos a que se refiere el precedente instrumento, se confirmaron por D. Alfonso VIII en virtud del que libró en Burgos el 16 de agosto de 1202, en latín, cuyas palabras sustanciales en lengua castellana son como sigue: "Notorio sea a todos los presentes como venideros, como yo, Don Alfonso, rey de Castilla etcétera con ánimo libre y espontánea voluntad, concedo en mi reino y confirmo a vos, el Concejo general de San Sebastián presente y futuro, todos los fueros, costumbres y libertades vuestras, a saber: de los términos, fueros, costumbres, peajes, libertades y demás cosas, que Sancho, hijo del rey de Navarra, mi abuelo, os dio y concedió en su reino cuando construyó de nuevo la misma, según se contiene más plena y expresivamente en el propio instrumento, para que todas las cosas susodichas se observen firmemente, etcétera".

Se observa, pues, cómo después de la agregación de Guipúzcoa a la Corona de Castilla, rigió la carta-puebla expedida por el rey don Sancho de Navarra para la realización de San SEbastián.

Y entonces, en esta ciudad amurallada apenas se contaba con 7.000 habitantes y un regidor de ella, llamado semanero, ejercía la jurisdicción en Pasajes, instalado en la torre de Santa Isabel, hace muchos años derruida.

Los partidarios de la unión de Pasajes y San Sebastián alegaban que si antaño, con su pobreza de habitantes se extendía tanto, ahora les resultaba lógico que aspirasen a lo que proponían.

KOXKAS - R.M.

martes, 19 de noviembre de 2013

CALLE DE LA ALAMEDA

Por acuerdo de 12 de Septiembre de 1866, se acordó denominar así a la calle que se halla en la parte Sur del "Paseo de la Alameda", llamado también Boulevard.

La otra parte que se hallaba en el lado Norte del indicado paseo, se denominaba calle del Pozo, hasta que se verificaron en ella las obras de reforma de que se hace mención al ocuparnos de esta vía. Aprovechando el indicado motivo, el Ayuntamiento en sesión de 6 de Febrero de 1900, acordó que en lo sucesivo se titulara "Calle de la Alameda" la antigua calle del Pozo, y desde esta fecha, llevan aquella denominación ambos lados del Boulevard o Paseo de la Alameda.

(D. SERAPIO MÚGICA - "Las calles de San Sebastián. Explicación de sus nombres")

CALLE DE LA ADUANA

Por acuerdo del 12 de Septiembre de 1866, se dispuso  llamar así a la actual calle de Hernani, porque en ella se hallaba emplazado el edificio de la Aduana, en el proyecto de ensanche de la ciudad, aprobado en 1864, pero más tarde se cambió de parecer y la Aduana se estableció en la actual Plazuela de Lasala, que por esta razón se llamó en su principio "Plazuela de la Aduana".

Ya no tenía razón de ser el que se impusiera aquel nombre a la calle mencionada y por acuerdo de 22 de Septiembre de 1875, se dispuso cambiarle por el de calle de Herneni.

De modo que hoy no existe calle ni plazuela que lleve el nombre que a a la cabeza de estas líneas.

(D. SERAPIO MÚGICA - "Las calles de San Sebastián. Explicación de sus nombres")

EL CLIMA QUE REGISTRA LA CIUDAD

LA estación meteorológica de San Sebastián solía publicar resúmenes de las observaciones llevadas a cabo por sus técnicos, datos que leídos cien años después de publicados resultan cuando menos curiosos.En 1900 publicó datos de 1898 y 1899.

Durante 1898 cayó en San Sebastián lluvia representada por por 1.201 milímetros, esto es un metro y quinto de agua, que ya es caer.

El año 1899 no llegó a tanto, ya que la cantidad total fue de 974 milímetros.

En 1898 la temperatura máxima a la sombra fue de 35,4 grados, registrándose ese dato el 12 de agosto. Mayor fue en 1899, que llegó a 37,6 el día 4 de agosto.

Fue más frío el año 1899 que 1898, pues la temperatura mínima de aquel fue de tres grados bajo cero, el 27 de enero, y de éste de 2 bajo cero según la medida tomada el 22 de diciembre.

La temperatura media de todo el año 98 fue de 14,6 grados y la del año siguiente fue de 15,4 grados.

En 1898 hubo: días de lluvia, 153, de niebla, 10; días de nieve, 2; días de rocío, 58; días de escarcha, 3, días de granizo, 4; días de tempestad, 26; días de calma, 126; días de brisa, 195; días de viento, 38; días de viento fuerte, 6; días despejados, 57; días nubosos, 153; días cubiertos, 155.

En el año 1899, hubo: días de lluvia, 115; días de niebla, 10; días de nieve, 1; días de rocío, 28; días de escarcha, 8; días de granizo, 3; días de tempestad, 13; días de calma,97; días de brisa, 228; días de viento, 33; días de viento fuerte, 7; días despejados, 63; días nubosos, 154; días cubiertos, 138.

Durante los últimos diez años del siglo XIX los elementos climatológicos de San Sebastián fueron estos:

*Temperatura media anual, 14,2 centígrados.
*Oscilación media del día, 7,6 centígrados.
*Temperaturas máximas a la sombra , mayor (1892), 40,3; menor (1896), 32,5.
*Temperaturas mínimas, mayor (1898), 2,0; menor (1894), 8,2.
*Humedad relativa media, 73.
*Lluvia media anual, 1.276 milímetros.
*Año de mayor lluvia (1899), 1.571 milímetros.
*Promedio anual días de llavia, 160.
*Año de más días de lluvia(1892), 188.
*Año de menos días de lluvia (1899), 115.
*Vientos dominantes , NOS.
*El promedio anual de días despejados fue 49; y los días nubosos fueron 168.
*La presión atmosférica alcanzó una media de 761,8 milímetros.

(KOXKAS - R.M.)

viernes, 15 de noviembre de 2013

CRÍTICAS

LOS donostiarras de hace un siglo eran muy críticos con la labor municipal. Comentaban los acuerdos del Ayuntamiento y mostraban públicamente sus puntos de vista distintos a los que aprobaban los concejales.

En los periódicos de la época se publicaban artículos mostrando los desacuerdos sobre temes concretos. En marzo de 1902 en La Voz de Guipúzcoa se publicaba un trabajo de un colaborador que voy a resumir. Lo firmaba Mendiz Mendi y era muy exigente y crítico. Tienen interés sus líneas leídas cien años después de publicadas.

Critica que al monumento que en el muelle se levantó a José María Zubía, "Mary", se le hubiera colocado una placa en la que se decía que se dedicaba a Aita Mary. ¿De donde se había sacado el Aita? Ni en lo que se había escrito sobre él, ni en las láminas y dibujos que tenían relación con la epopeya del recordado pescador, en ninguna parte constaba que a José María Zubía se le conociera por Aita Mari. Pedía que desapareciera del monumento el Aita Mari y en su lugar se pusiera Mari, José María Zubía.

Se refería también el escrito a la titulación de calle de Camino. La gente decía voy a la calle del Camino o vivo en la calle del Camino.

Algunos creerán que se denominaba la calle de referencia del Camino por alguna carretera que hubo en aquel lugar. No era así. El nombre conmemora el del historiador que escribió la historia de San Sebastián. Por eso pedía que se pusiera en las placas calle del Doctor Camino.

Muy exigente el autor del escrito, pedía que se cambiase el nombre de la calle de Miramar, pues no hay necesidad de que se diga, pues ya se sabe que mira al mar. "Llámese calle del Astillero, porque en el lugar que ocupa el edificio del Club Cantábrico (entonces estaba en la esquina de Andía y Miramar donde hoy hay unas oficinas del Gobierno Vasco) existieron fábricas de bajeles en los reinados de Felipe III y Felipe IV y ambos monarcas vieron votar al agua las obras de la ingeniería naval guipuzcoana".

El Hornabeque era un precioso paseo, el principal con que contaba San Sebastián hace siglo y medio. "En él pasearon los novios donostiarras de más de veinte generaciones. Allí suspiró sus amores todo el San Sebastián que se fue. En aquel paseo lució su primer vestido largo la bella donostiarra. Nosotros recordamos el nombre de Hornabeque. La calle de Elcano es calle muy chiquita para nombre tan universal y para quien rodeó por vez primera el planeta es justo que con su nombre se le designe el mejor paseo que poseemos. Y a esta calle llamémosle del Hornabeque, porque ahí se emplazaba el olvidado y famoso paseo donostiarra."

KOXKAS.