viernes, 23 de noviembre de 2018

KOXKAS DONOSTIARRAS : "Curiosidades


Comencemos esta crónica hablando de una comida pantagruélica que tuvo lugar el 16 de diciembre de 1924 en Rentería.
Seis señores, que ese día no tenían otra cosa que hacer, se reunieron y para entretenerse y ahogar las penas se metieron entre pecho y espalda nada más que los siguientes comestibles y bebestibles : dos cabezas de cerdo, dieciocho patas de la misma clase de animalito, diez monumentales morcillas, diez celemines de alubias, dos kilos de torrijas, cincuenta litros de sidra y un barril de cerveza.
El periódico, al dar la noticia, decía que no sabía que más habrían ingerido aquellos comensales después del pequeño vermouth de marras. "Seguramente -agregaba- estarán despachando a estas horas las catorce ovejas que un automóvil mató ayer en las inmediaciones de Rentería. Si es así, que les aproveche y que sigan las tragaderas. Al fin y a la postre, esto vendrá a resultar un gran negocio  para los farmacéuticos, que se van a hinchar de dinero vendiendo purgantes".
Aquellos días daba cuenta el periódico que en el cafe sito en la plaza de Bilbao esquina a Alfonso VIII, habían comenzado los conciertos gracias a un modernísimo aparato fabricado por la Casa Parel Losche de Leipzig.
El repertorio era variadísimo y selecto, trozos de óperas y zarzuelas, operetas españolas y extranjeras, fox, tangos y bailes populares.
El orquestal inaugurado era un mueble lujoso y severo de caoba, que armonizaba con el original decorado del café de Guipúzcoa. "La ejecución es perfecta y agradabilísimo el sonido de los distintos instrumentos que imita el aparato a base de un magnífico piano", escribía el periódico del que tomo estos datos y agregaba que el propietario del café, don Dionisio del Río, " que de antiguo tiene acreditado el buen servicio del café, donde se sirve éste de excelente calidad, y toda clase de licores de las más acreditadas marcas, tiene el propósito establecer un buen servicio de restaurante, a base de pocos pero selectos platos y a precios económicos".
Aquellos años los restaurantes anunciaban en los periódicos los menús que ofrecían a la gente. 
Así, el Hotel Central, sito en la calle Mayor, sucesor del antiguo Parador Real anunciaba para un domingo de otoño de 1924, al precio de ocho pesetas cubierto, el siguiente menú : entremeses variados, huevos escalfados americana, filetes de lenguado Bercy, pollos de Bayona Villeroy, Chateaubriand maitre d'hotel, patatas Chipp, helado Praliné, Pastas, Quesos, Cestitas de frutas .

DV-R.M.-14/12/1994.

jueves, 1 de noviembre de 2018

KOXKAS DONOSTIARRAS : "Las Sepulturas"

Hoy escasean las sepulturas en el cementerio de San Sebastián y se venden y se compran a unos precios altísimos. Al inaugurarse el nuevo cementerio de Polloe el 12 de agosto de 1878, se clausuró el de San Bartolomé, procediéndose al traslado de los restos de esta necrópolis a la nueva. La ciudad tenía alrededor de 20.000 habitantes pero ha crecido, hoy ronda los 175.000 habitantes, y el cementerio, pese a las posteriores ampliaciones, resulta insuficiente. De ahí que se especule con los panteones.
Pero esto no es nuevo en la ciudad, pues hace ya casi cuatro siglos acaecía algo análogo. Prueba de ello es el Mandato del Obispo de Pamplona, don Antonio Zapata, que tras visitar San Sebastián, que por entonces pertenecía a este obispado, escribía en 1600 que "hallaba muchos de los parrochianos de las iglesias de Santa María y San Vicente tienen a diez, doce y veinte sepulturas y que otros no tienen ninguna, de lo cual resulta que son forzados y compelidos a llebar sus defunctos a otras partes y derechamente es esto contra el capitulo quarto de las Constituciones Synodales desde obispado en el título de sepulturas en que se prohibe la dicha pluralidad de sepulturas, sólo permite que puedan tener tres sepulturas para su casa y familia; la qual Constitución es del theno siguiente:
"Por experiencia nos consta que en algunas Yglesias de nuestro obispado donde ay mucha tenuidad, algunas personas poderosas con títulos y licencias que dixen tienen nuestras obtenidas subrepticiamente, diziendo que no tienen sepulturas para si, vienen a ocupar y tener diez, veynte y más sepulturas, y otros parrochianos no hallan desocupado donde se poder enterrar, se van a monasterio, hermictas y otras partes, donde assi las Yglesias como los beneficiados, pierden y se desaparrochian muchos dellos y, lo que peor es, que somos informados que las personas que assí ocupan las dichas sepulturas las venden a otros en tiempo de necesidad como si fuesen cosas profanas, ussando para ello de cautela y modos illicitos en offensa de nuestro Señor y peligro de sus ánimas y consciencias. Queriendo obviar lo sussodicho S.S. I. estatuimos y ordenamos que de aquí adelante ninguna persona de nuestro obispado de qualquier calidad y condición que sea pueda ocupar ni tener más de tres sepulturas para sí y su familia y casa; y los que al presente más de las tres tubieren, dentro de sesenta días las dexen libres y desembarazadas a las dichas Yglesias, y los fabriqueros y mayordomos dentro del dicho templo les vuelvan las limosnas y maravedis que por ellas dieron; lo cual queremos que se entienda, aunque digan que las heredaron , so pena de excomunión; porque Nos desde agora para entonces y viceversa, revocamos y damos porningunos los títulos o licencias que de Nos o nuestros predecesores tengan más de las tres dichas sepulturas que ellos escogieron".
Esta Constitución parece que no se cumplía por lo que el obispo advertía " que muchos de los parroquianos, por supuesto themor y enlasando sus almas con las penas y censuras puestas por derecho, cometen crimen y sacrilegio y simonía vendiendo las dichas sepulturas públicamente por dinero o por cosa que lo valga y haciendo donaciones que aunque suenan serlo libres son con pacto tácito de dinero que se da por ellas, y assí los que tales ventas, compras y donaciones han hecho y hazen, están en mal estado por las penas puestas en un mandato del obispo don Pedro Pacheco". Pero el tema de las sepulturas dio más juego.

KOXKAS.-R.M.- 01/11/1986

KOXKAS DONOSTIARRAS : "Cementerios donostiarras"

No hay muchos datos sobre los cementerios que había en San Sebastián en la Edad Media y en los comienzos de la moderna. Los enterramientos se hacían en las iglesias, donde cada familia tenía una sepultura.
Se sabe que a finales del siglo XVIII, durante la guerra en la que intervino el Duque de Berwick, se enterraba a los muertos en los arenales de Ulía, en el hoy barrio de Gros. La arena arrastrada por el mar llegó a alcanzar la altura del muro del sagrado recinto, por lo que se suspendieron los enterramientos allí.
En 1815 comenzaron a enterrarse los cadáveres en la llamada Huerta de San Francisco, en Atocha. Dos años antes se abrió un cementerio en el barrio de San Martín, según el proyecto del arquitecto Ugartemendia. La superficie era la de un polígono regular cortado por un diámetro. Estaba cerrado por muros de mampostería con espacios abiertos con enverjados de zócalo. En los extremos del diámetro había dos construcciones, una dedicada a capilla y depósito y la otra a casa del sepulturero. En el centro se elevaba un obelisco que simbolizaba lo temporal de la vida humana.
En 1820 fue ampliado. Este cementerio se hallaba donde hoy está la Audiencia y zona próxima. Fue clausurado en 1835, abriéndose en esas fechas otro en la colina de San Bartolomé.
La población crecía y aquel camposanto resultaba insuficiente para las necesidades de la ciudad. El Ayuntamiento encargó al arquitecto Goicoa que hiciera un estudio sobre un nuevo cementerio y realizara un proyecto.
Se eligió el lugar llamado Polloe, y el nuevo cementerio se inauguró el 12 de agosto de 1878. En el centro había un obelisco de piedra arenisca con las fechas de la inauguración del camposanto y la de los traslados de los restos de los cementerios de San Martín, 30 de Abril de 1879, y de San Bartolomé, 18 de junio de 1887.
A un lado del cementerio, en un repliegue del terreno, había una construcción de ladrillo rojo. Cuando al cabo de diez años el cadáver enterrado en fosa común perdía el derecho a descansar bajo tierra, los huesos pasaban al osario y cuanto fue de su pertenencia, desde las astillas del ataúd hasta los zapatos, eran llevados a un horno que allí había, donde eran destruídos por el fuego.
El primitivo cementerio de Polloe ha sido ampliado en varias ocasiones, pues resultaba pequeño, y aun hoy sigue pidiendo más terreno para abrir más tumbas.

KOXKAS .- R.M. - 01/11/1996.

05 - LA LLUVIA DE BOMBAS CARLISTAS ......

La lluvia de bombas carlistas que durante los años 1875 y 1876 cayó sobre San Sebastián testimoniando dramáticamente el asedio puesto por las tropas del Pretendiente, no apagó el humor -el buen humor- de los donostiarras ni de los liberales guipuzcoanos que habían encontrado refugio tras las defensas de la capital. Las tertulias en los cafés, en las Sociedades, en las trastiendas y en las reboticas acreditaban que los sitiados mantenían muy alta la moral y que, a cada nuevo bombardeo, se reafirmaban en el convencimiento de que su opción política era la verdadera.

Precisamente en una de aquellas tertulias - la que se reunía en la farmacia de Irastorza o quizás la de la imprenta de Baroja - surgió una iniciativa de la que, a los pocos años, nacerían los Juegos Florales Euskaros.

D. Canuto Ignacio Muñoz - que luego casó con una Baroja - director del Instituto Municipal de Segunda Enseñanza y su amigo el escritor José Manterola, tuvieron la idea de organizar - el día de Santo Tomás - una competición de bertsolaris - bertsolari-guda - situando a los contendientes en balcones de dos casas de la calle Juan de Bilbao. Con sorpresa primero, con curiosidad creciente después, viandantes y vecinos siguieron la poética pugna premiando con grandes ovaciones las réplicas ingeniosas, agudas, originales de los improvisadores.

Fue tan grande el éxito y tan elogiosos los comentarios que al año siguiente la bertsolari-guda hubo de tener por escenario la Plaza de la Constitución donde, sobre un tablado, contendieron en medio del entusiasmo de los espectadores cuatro inspirados vates populares. Terminada la guerra ya hay, como lo acredita la Memoria de  1879, una organización que corre a cargo de quienes tuvieron la iniciativa, los ya citados Muñoz y Manterola, los cuales , con José Irastorza, Manuel Gorostidi y José Diaz y bajo la presidencia de Don José Manuel Aguirre Miramón redactan, el 31 de enero de 1882, los Estatutos por los que se ha de regir el Consistorio de los Juegos Florales Euskaros que según reza el articulo 1º del título 1º, "tiene por objeto promover por cuantos medios estén a su alcance la conservación y propagación de la lengua bascongada y estimular el cultivo de su especial literatura, pudiendo además extender su esfera de acción, en cuanto se lo permitan los recursos con que cuenta, a la conservación y propagación de nuestra música popular".Aprobados esos Estatutos por la Diputación y por el Ayuntamiento y elevados los "recursos"  a 500 pesetas de dotación anual, por acuerdo municipal  del 4 de mayo, el Consistorio, que celebraba sus reuniones en una sala del Instituto de Segunda Enseñanza, potenció la celebración de los Juegos Florales cuyo órgano, diríamos oficial, era la revista Euskal Erria fundada en 1880 y dirigida por Manterola.

El lema Bizi Bedi Euskera que figuraba en el sello de dicho Consistorio fue cumplido fielmente durante cuarenta años, a lo largo de los cuales se sucedieron en la dirección, tras el ya citado como primer presidente D. José Manuel Aguirre Miramón, D. José Irastorza, D.Luis Mª. de Eleizalde, D. Rufino Machiandarena, D. Manuel Gorostidi, D. José de Olano, D. Alfredo de Laffitte, D. Miguel Salaberria y, en 1918, D. Adrián de Loyarte.

Casi medio siglo lleva la historia del Consistorio de los Juegos Florales Euskaros que, cumpliendo sus fines socio-culturales, organizó concursos literarios para el fomento de la lengua vasca en la que necesariamente debían estar redactados los trabajos literarios, científicos o poéticos. Y todos los años, el día de Santo Tomás, celebraba una gran competición de bertsolaris que llevaba al escenario del Teatro Principal donostiarra a los más famosos improvisadores de Euskalherria.... Coronas de plata, plumas de oro, escribanías damasquinadas y premios en metálico hacían más atrayente aquel Concurso anual.

Cuando Marcelino Soroa entró a formar parte del Consistorio, la fiesta de Santo Tomás adquirió un nuevo carácter. Sin dejar de celebrarse los concursos literarios, ampliados a la Música y la Pintura, el Teatro vasco primó sobre las otras organizaciones. Bajo la dirección de Pepe Artola y luego de D. Toribio Alzaga, el día de Santo Tomás, en el escenario del Principal se representaron, tarde y noche, las creaciones ya cómicas ya dramáticas de Iraola, de Garitaonandía, de Olaizola, de Barriola y de otros meritísimos cultivadores del teatro euskérico.

En 1918, cuando se anunciaba la creación de la Academia donostiarra de Lengua y Declamación Vascas, y cuando ya se había celebrado brillantementeen Oñate el Primer Congreso de Estudios Vascos, el Consistorio de los Juegos Florales, cumplida ampliamente la finalidad para la que en 1882 había sido creado, dejaba de existir.... Eran los días frívolos de la década dorada de San Sebastián, los años locos de la postguerra.

JOSE BERRUEZO RAMIREZ