domingo, 13 de octubre de 2019

Koskas donostiarras: Conmemoración

El cuarto centenario del descubrimiento de América fue solemnemente celebrado no sólo en España sino también en lo que entonces eran territorios unidos a la Madre Patria. Así sucedió en La Habana donde en 1892 ondeaba en el Morro de la ciudad cubana la enseña española.Y fueron los vascos, que en gran número vivían entonces en la capital de la Perla de las Antillas, los que con más calor celebraron la fecha.
El 15 de octubre de aquel año desfiló por las calles de La Habana una procesión en la que figuraban cuatro preciosas carrozas montadas por gente vasco-navarra. Rompían la marcha cuatro alguaciles del Corregimiento, llevando los tradicionales chuzos y ramas de roble y laurel como emblemas de la fuerza y la victoria. A continuación iba una rondalla de jóvenes navarros. Después, la espata-dantza con sus chistularis y un atabalero al frente. Esta comparsa la dirigía el eibarrés don Francisco Ciaran y en ella figuraban los guipuzcoanos Pedro Ortiz, de San Sebastián, Fulgencio Mendía, de Zumarraga e Hipólito Albóñiga, de Azpeitia, amén de otros vizcainos y navarros.
Seguía una carroza tirada por dos parejas simulando el agitado mar Cantábrico y levantando orgullosamente la proa la canoa Euskal-Erria, vencedora de la regata celebrada el primer día de las fiestas. Esta canoa había sido tripulada por seis bermeanos y patroneada por un bilbaíno, y había ganado a otras siete embarcaciones tripuladas por marinos de otras provincias.
Venían inmediatamente los estandartes de las cuatro provincias hermanas. Con el de Guipúzcoa iba un grupo de niños. También figuraba el estandarte "Laurak-Bat" llevado por don Atanasio Querejeta.
Después iba la carroza que simbolizaba el Árbol de Guernica y la Casa Foral. Al pie del Árbol el Anciano Portafuegos custodiado por dos guerreros, uno de ellos don Aniceto Lasa, de Guipúzcoa. A continuación marchaba la escola de la guardia foral, en la que el corneta era don Luis Lerchundi, de Rentería y en la tropa figuraban don Felipe Aguirre, de Ataún, don José María Gurruchaga, de Ichaso y don Saturnino Ozoa, de Zumárraga, perfectamente armados.
Venía después la gran carroza del Descubrimiento de América, representando a Colón , don Vicente Icaran, de Marquina. Luego, varios coches de respeto con las señoras de la Junta directiva de la Asociación de Beneficencia y la compañía de chapelgorris al mando del guipuzcoano don Antonio Maria Artiz, y señoritas con trajes regionales, cerraban con broche de oro el desfile que ofreció la colonia vasco-navarra de La Habana.
(KOXKAS. 13/10/1992)

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