miércoles, 20 de noviembre de 2019

EXCURSIÓN ESCOLAR : (IV) - Morogi.

Morogi, al que hoy los eruditos dicen corresponde Murguía - cerca de Astigarraga -, fue en tiempos del Imperio Romano un puerto del Urumea. Por él pasaban dominados y dominadores camino de las explotaciones mineras que había en Oiasso - el Oyarzun actual -, nombre del que se ha formado Easo y que más que a un pueblo correspondería a una zona o región.
Morogi es, pues, el primer nombre "donostiarra" que, recogido por Plinio, aparece en la Historia.

En la primera mitad del siglo primero de nuestra Era es cuando se escribe el nombre de "Morogi"; y quien tal hizo fue Plinio en su famosa "Naturalis Historia" para decirnos que Olarso -que es nuestro vecino Oyarzun- está situado "entre el bosque de los Ouascones -el Jaizkibel- y los "oppida" de los Vardulos : Morogi, Menosca, Vesperies y el Portus Amanum donde está la colonia Flaviobrica". Morogi, próximo a Astigarraga, el puerto del Urumea del que hay por lo tanto la más antigua referencia escrita, es al que corresponde hoy la voz Murguia, siendo ese barrio en la Historia la única vinculación romana de que podemos presumir, pues toda la gloria -o todo el dolor- de haber servido al Imperio le corresponde en Guipúzcoa a Oyarzun, el Oiasso, Olarso u Oiarso - de donde seguramente ha salido ese Easo que nos apropiamos con dudoso derecho- valle, poblado y puerto -el actual Pasajes- cuyo nombre recogieron los geógrafos de la antigüedad y donde los romanos explotaron durante más de doscientos años los yacimientos de galena existentes en Arditurri, al pie de las Peñas de Aya.

Aquellos seiscientos o más trabajadores de las minas, en su mayoría esclavos hechos durante las Guerras Cantábricas, y el proporcionado número de sus vigilantes y guardianes, los legionarios romanos, componían un importante núcleo de población, vecindad poco grata, como es lógico suponer, para los várdulos, nuestros abuelos, que tenían sus plantaciones y sus rebaños en las orillas del Urumea....

El Imperio Romano cayó, sus legionarios abandonaron Oyarzun, cesó la extracción de mineral en Arditurri, pero los "donostiarras" de la Artiga siguieron viviendo en ella dedicados al cuidado del ganado y al trabajo de la tierra, bailando al son del chistu las viejas danzas rituales y rindiendo culto a la Luna, pálida señora de la noche.

LECTURAS :
* "Geographika" (28-27 a. de J.C.).- ESTRABÓN.
* "Naturalis Historia" (77 d. de J.C.).- PLINIO.

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