domingo, 1 de diciembre de 2019

EXCURSIÓN ESCOLAR : (VII). Por el Urumea llegan los navarros....

Por el Urumea llegan los navarros buscando para su Reino una salida al mar.- Dos puertos donostiarras : el viejo o de Santa Catalina y el nuevo o de la Concha.

Políticamente ¿a quién pertenece o de quién depende en aquellos años de la Alta Edad Media este trozo de tierra guipuzcoana que era el primitivo San Sebastián?

Viejos cronicones de valor más hipotético que real, dicen que perteneció al Ducado de Cantabria con el que unido pasó al Reino de Asturias, núcleo originario del reino de león; y que al fundarse el Condado de Castilla a él se agrega en el siglo X con el resto de Guipúzcoa.

Cuando en 1029 Sancho el Mayor de Navarra heredó por su mujer doña Nuña aquel Condado castellano, nuestro pueblo vino a depender del reino pirenaico.

Seguramente es la presencia navarra la más efectiva y la que impulsa el desarrollo del primitivo San Sebastián, ya que su proximidad geográfica facilitaba a aquel Estado una rápida salida al mar.

El Urumea, navegable en embarcaciones  de quilla plana, servía de camino fluvial hasta Osiñaga, aguas arriba de Hernani, desde donde por tierra se pasaba al río Oria continuando por la calzada paralela a él hasta Tolosa. De aquí por Berastegui seguía el camino hacia el interior de Navarra por Leiza y Lecumberri.

Esta era una de las salidas que Pamplona tenía al mar para exportar las lanas, vinos y aceite y para importar telas, bacalao y grasa de ballena.

Y fue precisamente el comercio el factor económico que dio auge al puerto donostiarra; diremos mejor a los puertos porque nuestro pueblo tenía dos: uno el puerto Viejo o de Santa Catalina en el estuario del Urumea y otro el puerto Nuevo al socaire de Urgull. Hasta éste llegaban por la Concha las naves de alto porte y en él descargaban o cargaban las mercancïas que eran llevadas en "narrias", especie de trineos fáciles de arrastrar sobre los arenales que separaban ambos embarcaderos.

En el puerto Viejo eran cargadas o descargadas las mercancías que venían de o llegaban para Navarra en embarcaciones fluviales que no podían franquear la barra del Urumea.

Fue, pues, el comercio la actividad económica que animó la joven vida de San Sebastián como aglomeración urbana y el señuelo que a mediados del siglo XII atrajo hasta aquí a aquellas familias de gascones que iban a dejar en la ciudad la honda huella de su jovial personalidad creadora del singular carácter donostiarra.

LECTURA : "Corografía de Guipúzcoa" (1754).- MANUEL de LARRAMENDI

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