LA VOZ DE ESPAÑA. 05 de ENERO de 1968 |
La fiesta del borrico.
Llamada en la comarca "fiesta del astotxo" data exactamente del año 1622. Corresponde a una fundación de la "Hermandad de la Virgen Santísima Nuestra Señora Desterrada", concedida por el Papa Inocencio X al municipio de Lazcano, por intercesión de doña María de Lazcano, esposa del corajudo almirante donostiarra Antonio de Oquendo, terror de los corsarios y vencedor de las batallas de Pernambuco y Las Dunas.
Permitame el lector un inciso histórico curiosisimo: Un antepasado de la casa Lazcano fue bautizado en la ermita de San Adrián de Aitzgorri, siendo padrinos Juana la Loca y Felipe el Hermoso y al que impusieron el nombre de Felipe.
La fiesta mayor de la hermandad, vulgarmente llamada "del astotxo"-sin el menor ánimo de satirizar-, desde la citada y remota fecha de 1622 se ha celebrado ininterrumpidamente coincidiendo con la dominica primera después de Reyes, en conmemoración litúrgica de la huída a Egipto.
Unicamente se registraron tres interrupciones: en 1795, 1809 y el bienio 1811 y 12, motivadas por revoluciones y otras zapatiestas.
Obsequio de maíz para el burro.
Concluido el ciclo navideño, en que el Niño ocupa el centro de nuestros sentimientos, el primer domingo después de Epifanía, el principal protagonista pasa a ser el paciente asno, con el que la Sagrada Familia huye al destierro.
Ha sido inveterada costumbre que chavalitos y visitantes del grupo escultórico que evoca el evangélico pasaje, puestos a la veneración en el cenobio de las Recoletas Bernardas obsequien al pollino con "artaburuk" o panochas de maíz.
A cambio del vitamínico manjar clásico de la tierra, las monjas distribuían obleas.Desgraciadamente, no todos daban el mismo inocente significado a las hostias, lo que determinó la ruptura de una tradición secular.
La fiesta del "astotxo" originaba preguntas capciosas de la grey infantil a lo largo del año. Estas reiteradas interrogantes "crearon" la ingenua idolatría hacia un burro blanco, elegante y sociable, perteneciente a la cuadra del caserío "Maizpi", que pacía en un prado próximo al pétreo alcázar de penitencia. Cualquier motivo se consideraba ideal en la mente de los niños para invitar a maíz al "Platero" de "Maizpi". El dulce "Platero" trotón que congregó a la chiquillería por el camino que conduce a Lazkaumendi murió ha poco y quizá su rebuzno agradecido haya sido repuesto por el metálico rugir de un tractor.
Historia de las imágenes.
Hasta las reformas litúrgicas postconciliares, Maria, José, el Niño y el borrico se instalaban en el presbiterio de la capilla y ahora ocupan el locutorio tras la verja que limita la clausura. Las imágenes primitivas de 1,30 metros fueron adquiridas en Madrid en 1770. La virgen con su hijo se regalaron a la parroquia de Garín, donde se veneran. San José, de notable valor, lo conservan en el monasterio.
El borrico actual, ceniciento y orejudo lo compraron a un escultor madrileño a fines del pasado siglo y costó 1.884 reales. El sufrido équido carga a la grupa con la Madre y Jesús, mientras el patriarca tira del ronzal con una mano, y con la otra sujeta el cayado apoyado en su hombro y portando en el otro extremo un curioso cesto de líneas auténticamente "ye-yes", donde lleva sus limitados enseres....
La fiesta se perdía
Decaía el esplendor de la original conmemoración. El grupo de mozos locales que en breve se incorporan al Ejército han tenido la genial idea de coyunturar su adiós a Lazcano con un programa que hará resurgir la fiesta del "astotxo".
El domingo, día 7, está muy próximo quizá para organizar actos que hagan reverdecer viejas costumbres e implantar otras en honor del burro.Como quiera que la reclutación se repetirá impepinablemente podemos lograr entre todos conferir afecto, brillantez e ingenio a una jornada que se debiera intitular el "Día del Burro".
Otro inciso, lector. Entre los quintos figura Francisco Tejados, natural de Ezuza (Albacete), y vecino de Lazcano, que se expresa en euskera con la suficiente soltura como para actuar de bersolari. A raíz de una actuación que ambos tuvimos en un festival benéfico le bauticé con el nombre artístico de "Patxi Tellatu", que es por el cual se le conoce. Su hermano, Pepe habla también en euskera y toca el txistu.¡Lo que se dice un buen injerto!
Sufrido, laborioso amigo del hombre que nunca te desbocas. Tú que estuviste presente en pasajes de la Biblia y en los momentos sublimes de Cristo: nacimiento, huída, entrada triunfal a Jerusalen. Posiblemente que todos los reclutas no sean destinados a Caballería. Pero tú, borrico, que tienes influencias con los de Nazaret, intercede por estos chicos sanos y nobles de la vieja Euskalerri.
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Para cuantos deseen volver sus ojos a esa edad de oro de la infancia termino con una frase del Nobel Juan Ramón, que ojalá tenga vigencia el domingo en Lazcano: ¡Hasta el rebuzno de "Platero" se hace tierno bajo la dulce carga llovida!
IÑAKI LINAZASORO
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