lunes, 27 de febrero de 2012

EL CAFÉ DE LA MARINA

DESPUÉS de derribarse las murallas que tenían aprisionado a San Sebastián, en 1863, cincuenta años después del incendio pavoroso al que le siguió su reconstrucción, las tres primeras construcciones que se levantaron en lo que sería el ensanche de la ciudad fueron una en la futura calle Andía, de Sebastián Arizaga, otra en la futura calle Oquendo y la tercera en el inicio de la calle Garibay, esquina al Boulevard. Pues bien, el 17 de febrero de 1867 se inauguraba en la casa de Garibay-Boulevard el café de la Marina.

La arquitectura de la casa del café de la Marina y la dirección de la obra fue del inolvidable donostiarra don José Galo Aguirresarobe. El decorado del café estaba muy logrado, estilo Luis XVI. Su primer propietario, don Martín de Oteiza, intervino en la decoración del local.

Los testeros del café estaban ilustrados con unos retratos de ilustres guipuzcoanos, entre ellos una mujer. Fue su autor Eugenio de Azcue.

En 1907 se llevaron a cabo unos arreglos en el café y al efectuar la pintura del techo y las paredes se retiraron los retratos, que hoy los tiene la Caja de Ahorros. He aquí la relación de aquellos ya históricos retratos:

Juan de Urbieta, de Hernani, que apresó a Francisco I rey de Francia en Pavía.

Manuel de Larramendi, de Andoain, autor de importantes obras escritas en vascuence.

El conde de Peñaflorida, de Azpeitia, creador de la Sociedad de Amigos del País.
Cosme Damián Churruca y Elorza, de Motrico, ilustre marino.
Catalina de Erauso, la Monja Alférez, de San Sebastián, protagonista de una asombrosa historia desarrollada en las Américas.

Juan de Idiáquez, de San Sebastián, diplomático de los tiempos de Felipe II.
Andrés de Urdaneta, de Villafranca, navegante insigne.
Esteban de Garibay, de Mondragón, historiador.
González de Andía, de Tolosa, hombre de leyes.

Juan de Echaide, de San Sebastián, navegante famoso.
Miguel de Bidazábal, de Motrico, ilustre almirante.

Juan Sebastián Elcano, de Guetaria, primero que dió la vuelta al mundo.

Ignacio de Loyola, de Azpeitia, fundador de la Compañía de Jesús.

Blas de Lezo, de Pasajes, célebre marino de guerra.
Miguel López de Legazpi, de Zumárraga, conquistador de Filipinas.

Antonio de Oquendo, de San Sebastián, marino famoso.

Juan de Lazcano
, del concejo de Lazcano, general de gran prestigio.

SOBRE LAS "KOSHKAS"


La pequeña historia de San Sebastián está llena de curiosidades que algunos pocos, no muchos, eruditos y amantes del ayer de nuestro pueblo, estudian y luego difunden para conocimiento de los que no somos muy expertos en la pequeña historia de nuestro pueblo. Yo soy uno de éstos, poco conocedor del ayer de San Sebastián y tengo que acudir a fuentes que me van dando noticias que ignoraba. Hoy voy a escribir sobre una palabra que es la que da nombre a esta sección que hago a diario y que titulo Koskas. sección que nació en 1982 con el título Desde las koxkas y que sigue adelante. La pregunta que hoy me hago es ésta :¿qué quiere decir exactamente la palabra koskas y cómo nació?

Dos fueron las posturas sobre el origen y razón de la palabra koshkas y sus derivados (el koshkerismo); una de ellas la defendió Andrés Irazoqui, un herrero de la calle de San Vicente.

La otra la mantenía el sacerdote Ramón Inzagaray, perteneciente a la vieja parroquia de San Vicente. Ambos defendieron en vida con férrea entereza sus puntos de vista:

Sostenía uno que la palabra koshkas tuvo su origen y razón de ser en las esquinas, ángulos, entrantes, salientes y resaltos de la arquitectura del templo de San Vicente, " a cual más favorables al juego des escondite o bules de los mukizus de aquellos barrios. Sostenía el otro que, por el contrario la palabra nació del viejo y antiguo encanchado o pavimento de canto rodado de aquellos ingurus o aledaños de la vetusta iglesia, sobre el cual en los partidos que tenían por frontis las sagradas paredes del templo y de su sacristía, botaban las pelotas tan anormalmente que era difícil restarlas".

Para uno, las koshkas eran las de las paredes del templo, para otro, las del suelo de sus inmediaciones. Aquel las adscribía a un determinado juego; éste a un juego diferente.

"¡Con que amor a estas koshkas sostenían entrambos contendientes su controversia! A ella aprontaban, no sólo razones de principio y recuerdos de sus respectivas infancias, sino testigos contemporáneos y coetanos adictos a una de las tesis en presencia".

Fueron antaño dos bandos que sostenía cada uno sus tesis, como los capuletois y montescos, oñacinos y gamboinos, y ambos dijérase que capitaneaban a quienes en la ciudad se consideraban koshkeros, frente a quienes se llamaban joshemaritarras, por haber nacido en las cercanías de Santa María, o sanmartindarras los que vinieron a este mundo alejados de las murallas, en el barrio de San Martín.

Esta curiosa historia la he seguido de un cronista de aquí, José María Donosty.

UN NUEVO CAFÉ

CAMBIAN con el paso de los años las costumbres, los gustos y ayer, en un ayer no tan lejano, se reduce la afición a asistir y reunirse en los cafés y si antaño proliferaban en las ciudades, hoy apenas si quedan y son un recuerdo para la gente, mucha de la cual pasó en ellos unas horas inolvidables. ¡Aquellas tertulias que nos describieron con su prosa inigualable Ramón Gómez de la Serna, Mariano de Cavia, César González Ruano, y aquí en San Sebastián Antonio Peña y Goñi, Dionisio de Azcue, Francisco López Alén....!

En San Sebastián también proliferaron los cafés. El más antiguo del que tenemos noticia fue el llamado de la Facunda, que existió en el recinto del Cubo Imperial, donde se reunían los vecinos de entonces, los Ostolaza, Santesteban, Mutiozabal, Echagüe, Lascurain, Alcain, Zuazúa .... Más tarde el café más concurrido era el de Andre Luchi de Leclerq, "señora respetable que llamó la atención por su belleza". Otro café de aquellos días, frente al muelle, era el de Latierro, más conocido por el nombre de Perikoenea. En la calle Mayor, esquina a la de Embeltrán estuvo el primer café llamado de la Marina y su propietario, Vicente Ortiz, lo trasladó años después a la calle Esterlines, que adquirió gran renombre por los helados que vendía en los días del Corpus Christi y de la Virgen de Agosto. En este café tenían su tertulia literaria intelectuales de aquella época como Baroja, Santesteban, Jamar, Bilinch, Echagüe, Arruti, etcétera.

Cafés de entonces eran el de la Escala, el de Aristizabal, el del Comercio, cuando San Sebastián todavía tenía el Hornabeque y la Puerta de Tierra y los cabos y baluartes. Luego vinieron otros, siendo el más importante por sus instalaciones y su señorío el café de la Marina, en el Boulevard, esquina a la calle Garibay, el Oriental, también en el Boulevard pero en la acera de enfrente, entre San Jerónimo y Narrica, y años más tarde el café del Rhin, en la Avenida esquina a Vergara, el Guría, el Madrid, el Raga .....

En 1905 se inauguró el café del Norte, en la casa de Ayani, en el Boulevard, de Eustaquio Irureta, en el que abundaban los espejos o reflectores dispuestos de manera que recogían la luz de los focos eléctricos con objeto de triplicar la claridad del local. La ornamentación del nuevo café la dirigió el arquitecto don Luis Elizalde. Dos artistas que honraban a su pueblo, Alejandrino Irureta y Pepe Salís, pintaron en sus paredes lindísimos cuadros, corriendo a cargo de Julio Gargallo la parte decorativa.El mobiliario, la vajilla, el alumbrado .... era digno de los mejores establecimientos de aquella época.

lunes, 13 de febrero de 2012

CURIOSIDADES

La lectura del periódico "Diario de San Sebastián" de los años que siguieron a la segunda guerra carlista nos muestra una ciudad que, olvidadas las dificultades y amarguras del bloqueo de las tropas de Don Carlos y las bombas que explotaban en la ciudad, quería divertirse. Los carnavales de 1881 se anunciaron el 1º de febrero con una preciosa lámina, cuyo dibujo y composición eran debidos al acreditado litógrafo A. Iraola. El periódico daba noticia de ella en estas lineas:

"Artísticamente combinados se hallan los festejos que indica el programa colocado al dorso, representando la gran entrada del Carnaval con su numeroso séquito y gran escolta : la gran corrida de toros con caballeros en plaza; la pista del Circo de Alderdi Eder con caprichosos ejercicios gimnásticos y el espacioso salón del tetro Circo destinado a los bailes de máscaras, cuyos festejos tendrán lugar los días 27 y 28 de febrero y 1º de marzo. Figuras alegóricas sirven de orla a este bien combinado cuadro, por el que juzgamos el gran gusto y el gran estudio que ha tenido que hacer nuestro querido amigo señor Iraola, lo cual le coloca al nivel de los primeros artistas en el difícil arte de la litografía."

Pero no todo eran festejos y jolgorios. También había otros aspectos curiosos en la vida de la ciudad, y uno de ellos se adivina a través de la carta de los presos de la cárcel que publicaba el periódico. En ella un grupo de reclusos hacían saber que los días 28 de febrero y 19 de marzo "fuimos visitados y agraciados por una señora de esta capital con chocolates, vino y cigarros cada día. Por desgracia entre nosotros hay algunos compañeros que no saben leer ni escribir, y dicha señora tiene la amabilidad de contribuir con papel pautado, libros, tinta, plumas y otros enseres necesarios para la enseñanza de aquellos. Tenemos el sentimiento de no saber el nombre de la señora, para hacerlo constar; pero creemos que pertenezca a una sociedad, establecida en esta capital, para socorrer a los necesitados. Agradecemos en el alma su protección y buenos sentimientos que abriga para con nosotros, y rogamos a Dios conserve su vida dilatados años, así como también a las demás señoras que pertenecen a dicha sociedad.

Para mejor éxito de la enseñanza, solo deseamos que el señor presidente del Excelentísimo Ayuntamiento, tomando por base a esas señoras, se sirva proporcionarnos un taller de carpintería tan necesario para poder trabajar los que a ella se dedican; y un encerado para la explicación de Aritmética".

Aquellos días el periódico publicaba un curioso anuncio, el llamado "Metro Felipe", cuyo texto decía : "Metro Felipe, con el cual se averiguan instantáneamente y sin cálculo los precios y equivalencias de varas a metros y viceversa. Si deseamos saber las varas que hacen 23 metros, se recorre la escala de 50 metros hasta llegar al número 23 y veremos que en la escala de 59 varas, en el vértice donde dichas escalas se encuentran, está la equivalencia de 27 varas y dos cuartos. Averiguar los precios. si queremos saber el precio del metro, valiendo la vara a dos pesetas, se recorre la escala que dice precio de la vara, y siguiendo la calle que dice pesetas hasta encontrar el número 2, veremos que en ese punto se encuentra la equivalencia de 2 pesetas 39 céntimos, que es el precio del metro".Este "Metro Felipe" se vendía a tres pesetas en los almacenes de los señores Cazenave y Guiard, Avenida de la Libertad.

(EL DIARIO VASCO - 6/02/1991 - KOXKAS- R.M.)

sábado, 11 de febrero de 2012

INFLUENCIA FRANCESA

La proximidad de San Sebastián a la frontera es la causa primera, la razón principal de la influencia francesa sobre nuestra ciudad y sus gentes. En la mente de todos está, por ejemplo, la estampa de grupos nutridos de franceses viniendo aquí a presenciar las corridas de toros, y cuando el turismo se hizo más cómodo por el progreso de los medios de comunicación, aquí venían - y vienen - turistas galos, sobre todo en verano, a bañarse en nuestras playas, a degustar los menús vascongados, a adquirir diversos objetos y prendas, aprovechando el cambio favorable de su moneda, en los comercios donostiarras, en los que se habla francés como segundo idioma.

Pero mucho antes de que el turismo fuera una realidad en toda Europa, San Sebastián ya había conocido años y años de influencia gascona, que queda para siempre recogida en sitios y lugares de nuestra ciudad y alrededores, cuyos nombres son permanente testimonio de aquella. Nombres gascones son Urgull, Mompás, Molinao.... Y lo mismo podríamos decir de apellidos de linajes galos, desde los tiempos de Alfonso VIII, como Miramont, Puyo, Morlans, Belloc, Arzac, Dupuy, Gascue, Gamón, Ayet (que dio el nombre de Ayete a una zona campesina donostiarra), Mans, Garro, Estor .....

Vinieron aquí, se afincaron, aquí y generación tras generación han llegado a nuestros días. Se adentraron en la administración pública de la villa y llegaron a ocupar cargos importantes de la misma. El cargo de preboste, similar al de alcalde, fue otorgado por merced real a un gascón y a título hereditario, a mediados del siglo XIII, a Urdincho de Mans el Bueno. Muchos siglos después, otros prebostes, con título hereditario, fueron los Engómez.

En esta influencia francesa sobre nuestra ciudad han tenido mucha importancia las guerras. Las tropas del duque de Berwick ocuparon San Sebastián desde 1719 a 1721 y entre los años 1793 a 1828, aquí estuvieron tropas francesas con los convencionales, los imperiales y con los hombres de Angulema.

Luego, en días de paz vinieron los religiosos expulsados de Francia por las leyes de Combes y Waldeck-Rousseau, que abrieron colegios que aquí siguen, y gran número de artesanos, comerciantes e industriales, que contribuyeron "al auge de nuestra ciudad, y gran número de ellos aquí arraigaron, en ella emparentaron y donostiarras son sus hijos y descendientes", dice José María Donosty en un trabajo del que he tomado los datos para este escrito. Si antes eran los periódicos franceses los que abundaban en los kioskos de Prensa, ahora es la TV gala la que entra en los hogares donostiarras.

miércoles, 8 de febrero de 2012

VIEJOS CAFÉS


Las costumbres, las modas, los gustos cambian con el paso de los años. Las tertulias en los cafés, con los "echadores" que circulaban a gran velocidad entre las mesas sirviendo a los clientes, con la música que rompía el muro de las conversaciones, son solo un lejano recuerdo. Si volviese Ramón Gómez de la Serna no encontraría lugar en que asentarse para dirigir su tertulia, entre un mar de mesas.

¿Por qué hemos desterrado las tertulias de nuestras costumbres?¿Tiene hoy el hombre menos tiempo libre que hace cincuenta o cien años y no encuentra hueco en sus horas diarias para acudir a una tertulia?¿Qué hace cuando no está trabajando en la oficina o en el taller? Acaso la televisión tenga parte de culpa en esta desaparición de las tertulias cafeteriles a las que eran tan aficionados nuestros mayores. Y al no haber tertulias, al estar menos concurridos los cafés, estos han ido desapareciendo, sustituidos por bares con barra y pinchos o establecimientos en los que la música sustituye la coversación entre los clientes.

Veamos cuantos cafés había en San Sebastián hasta el derribo de las murallas en 1863.

Uno de los edificios que en su tiempo fue planeado con vistas al engrandecimiento de la ciudad y cuyas proporciones y adorno estuvieron admirablemente calculados, es el inmueble que se halla en la esquina del Boulevard con la calle de Garibay, donde estubo el café de la Marina. Este edificio y el de enfrente el de la esquina de los impares, fueron los primeros que se construyeron en el llamado entonces ensanche. El café se llamó en un principio Suizo y de la Marina, de la compañía Matossi y Fanconi, tomándolo después Oteiza, el precursor de los cafeteros donostiarras, lo tuvo también Kutz y después Florentino Rojo.

El primer decorador de la Marina tuvo un acierto al colocar en la cornisa del techo de la sala en medallones los retratos de los hombres más preclaros del país, navegantes, descubridores, ingenios..... Así el cliente, entre sorbo y sorbo de café, leía en aquellos rostros parte importantísima de la historia de Guipúzcoa. El café fue cerrado, pero su recuerdo sigue imborrable entre los que le conocieron y alguna vez fueron sus clientes.

Los cafés más importantes que hubo intramuros fueron : el llamado Viejo o de la Facunda, de Vicente Orti, situado dentro del Cubo Imperial; el primitivo de la Marina, frente al Teatro Principal; el del Comercio, de Pozzy, donde luego estuvo el Oriental, bajo los arcos del Boulevard; el de la Paz, de Escala, en la Plaza de la Constitución; el de Esterlines, especializado en helados; el café delPuerto, en la calle de este nombre; y otro en la plaza de las Escuelas cuyo nombre no recuerda quien me ha facilitado estos datos.

domingo, 5 de febrero de 2012

LOS COROS DE SANTA ÁGUEDA


La víspera de Santa Águeda (en euskera Agate Deuna Bezpera), el día anterior al 5 de febrero, según el santoral católico día de Santa Águeda, es costumbre en muchos pueblos de Euskal Herria el salir a cantar las coplas de vísperas de Santa Águeda.

La costumbre marca que se salga en cuadrillas por la calles de los pueblos y ciudades, así como que se recorran los barrios de caseríos yendo de puerta en puerta cantando coplas a la santa y recogiendo dinero para diferentes causas. Se suelen acompañar de bastones y palos con los que se golpea el suelo rítmicamente.

La víspera de la festividad de la santa, 5 de febrero, se acostumbra a salir, en muchos pueblos , a realizar rondas corales cantando coplas en honor al martirio y muerte de la santa. Antiguamente eran jóvenes en edad de ir a realizar el servicio militar (los quintos) los que se agrupaban e iban de puerta en puerta recogiendo dinero o diferentes viandas para realizar una comida o merienda. En la actualidad son grupos de toda clase de edades, las escuelas y colegios suelen realizar sus salidas, que recogen dinero para diversas finalidades (también la de realizar una comida o cena).

El grupo coral va ataviado con unas varas o bastones con los que se golpea el suelo al ritmo de la copla. La temática de las coplas es diversa y recuerda a la santa pero también trata otra temática más "humana" para intentar recaudar lo máximo posible. En cada lugar suele tener sus letras y en algunos se acompañan con bertsolaris (improvisadores de versos) aunque se van generalizando las mismas. Se suele cantar en euskera y dice así:

Zorion, etxe hontako denoi!
Oles egitera gatoz,
aterik ate ohitura zaharra
aurten berritzeko asmoz.
Ez gaude oso aberats diruz,
ezta ere oinetakoz.
Baina eztarriz sano gabiltza,
ta kanta nahi degu gogoz.

Santa Ageda bezpera degu
Euskal Herriko eguna,
etxe guztiak kantuz pozteko
aukeratua deguna.
Santa maitea gaur hartu degu
gure bideko laguna.
Haren laguntzaz bete gentzake
egun hontako jarduna.

La traducción sería:

¡Felicidad a todos los de esta casa!
venimos llamando,
de puerta en puerta como una vieja costumbre
con intención de renovarla este año.
No somos muy ricos en dinero,
ni en zapatos.
Pero andamos con la garganta sana,
y tenemos ganas de cantar.

Estamos en víspera de Santa Águeda
día de Euskal Herria,
El día que hemos elegido
para llenar las casa de alegría cantando.
Querida Santa hoy hemos cogido
a nuestro amigo del camino.
Con su ayuda podemos llenar
de esperanza este día.

sábado, 4 de febrero de 2012

LA NIEVE SUSPENDIÓ LAS FIESTAS

Hace frío y nieva en las calles de mi Ciudad, tal día como hoy 4 de Febrero (sábado), fecha en que está previsto recorran las calles , plazas y barrios de nuestra Ciudad las diversas Comparsas de Caldereros de la Hungria, siempre que el tiempo no lo impida.Por ello reproduzco en esta página aquel acontecimiento ocurrido allá por 1891, con nuestras Fiestas, por culpa del tiempo:

Un temporal de nieves, como pocas veces se había registrado en San Sebastián, hizo que no se celebrase en 1891 la fiesta del Patrono con actos callejeros. Nevaba sin cesar, llegando a alcanzar el ”blanco manto” hasta 8 centímetros de altura en las calles. El intenso frío hizo que se helasen las fuentes de algunas casas, causando grandes perjuicios a los habitantes. Según decía el periódico , algunos vecinos , después de abrir las canillas, encendieron grandes hogueras para ver si el calor producía el deshielo, pero resultó infructuoso este sistema, teniendo que recurrir a las fuentes públicas, algunas de las cuales no padecieron las consecuencias de las temperaturas “que nos vemos precisados a sufrir con paciencia y resignación”.

Las caídas de transeúntes abundaban, y la compañía del tranvía se vio obligada a suspender el servicio, pues la gran cantidad de nieve que cubría los raíles hacía imposible la circulación de los carruajes. A los empleados, puntualizaba el periódico, se les abonan sus sueldos como si trabajaran.

La única diversión de los donostiarras aquel martes 20 de enero fue la actuación en el Teatro Principal de una compañía que por la tarde puso en escena la comedia “El padrón municipal” y la Zarzuela “Quién fuera libre”; y por la noche , a beneficio del director de la compañía señor Soriano la comedia “¿Quién se casa?” y la zarzuela “Los trasnochadores”.

Se abrió una suscripción para socorrer a los necesitados que sufrían más los rigores del temporal y el primer día se recogieron 877 pesetas y diversas prendas de vestir, camisetas, gorras, enaguas, calcetines, botas, chaquetas, pantalones, mantas…. Repartiéndose, el día 20, 100 kilos de carne, 200 de patatas y 100 de pan. La Beneficencia repartió 1.600 bonos de comida.

A la nieve siguió un temporal de viento huracanado que destrozó árboles del Paseo de la Concha, arrancó algún farol, volcó la caseta del sereno que estaba frente a la Perla rompiendo el reloj que allí había. Los cristales de puertas y ventanas también sufrieron lo suyo. El viento derrumbó la fachada trasera de una casa que estaba construyendo en el Antiguo el arquitecto don Sebastián Camio y en el matadero de Cemoriya se vino abajo el alero del tejado de las cuadras. El mar presentaba un aspecto impresionante, con olas que barrían la Zurriola.

Las fiestas de aquel año quedaron reducidas a los bueyes que se corrieron en la plaza de la Constitución, uno a las 8 de la mañana, dos a las doce y tres a la tarde, a la quema del zezenzusko en la plaza de Lasala y a los bailables que la banda de La Unión alternando con el tamboril, interpretó en aquel lugar y que la gente joven aprovechó. Estos festejos, organizados por La Unión Artesana, y el baile de máscaras que hubo aquel día en los círculos de recreo “La Fraternal” y “La Amistad” a los que asistieron “hermosas mujeres luciendo elegantes disfraces que realzaban su belleza”, fueron las únicas diversiones de los donostiarras de hace un siglo, que ateridos de frío no pudieron celebrar de otra manera a su patrono.

(EL DIARIO VASCO – 19/01/1991- KOXKAS- R.M.)

D. JOSÉ VICENTE DE ECHAGARAY


“...D. Vicente de Echagaray, probísimo y modesto ciudadano, hijo de la capital de Guipúzcoa, y empleado en su administración municipal durante largos años. Amable y condescendiente con todos, vascongado de los más puritanos y de los más apegados á las antiguas morigeradas costumbres del pais, Echagaray fué durante cuarenta años (1813-1853) el poeta obligado en cuanta
s circunstancias y fiestas era necesario escribir algo, y así tan pronto componia los villancicos para las iglesias parroquiales de San Sebastian, como las coplas para las estudiantinas y las comparsas de Carnaval, los himnos y zortzicos para casi todas las solemnidades, los versos de encargo para las funciones de beneficio en los teatros y serenatas, y otras numerosas composiciones para análogos y tan variados fines.

Hombre modestísimo y complaciente servia gustoso y gratuitamente á todo el mundo, asi es que todos acudian á él en sus necesidades.

Escribió los Villancicos para las parroquias de la Ciudad durante la mayor parte de los años 1814 á 1853, y son tambien suyas casi todas las composiciones escritas para las numerosas comparsas, estudiantinas y otras fiestas celebradas en San Sebastian durante ese largo período de tiempo.

Hombre dotado de un génio alegre y de un constante buen humor, figuró en casi todas las comparsas celebradas en su época, en las que le cabia una principal parte como autor y como actor.

Desde 1813, en el terrible incendio de cuyo año perecieron las composiciones que anteriormente á dicha fecha habia compuesto, escribió numerosísimas poesías, ya en vascuence, ya en castellano, ya en ambas lenguas, y su número total se aproxima á cien.

Poseía bien el vascuence, y sus composiciones en este idioma, (dialecto guipuzcoano), valen en general bastante mas que las escritas en castellano. .........

Echagaray fué durante muchos años administrador de la Alhóndiga de San Sebastian, y estuvo tambien empleado por algun tiempo en la Junta de Comercio, cumpliendo en ambos puestos sus deberes con verdadera conciencia y escrupulosidad.

La única obra que compuso, aparte de sus versos, fué una traducción al vascuence de uno de los Evangelios, (no recuerdo si el de San Lúcas ó de San Mateo), version cuyos originales creo posea el ilustre Príncipe L. L. Bonaparte, que debió adquirirlos, segun tengo entendido, en su excursion filológica á este pais en 1856.

Probo ciudadano, hombre recto y honrado á carta cabal, D. Vicente de Echagaray falleció en su pueblo nativo el 15 de Abril de 1855.

En su tumba, como en la de otros muchos que han dedicado sus desvelos ó sus ócios al cultivo de las letras, pudiera escribirse con harta verdad: Fué poeta. Vivió y murió pobre” (6).

A. Zabala

LA GALERNA

En el CATALOGO DE PUBLICACIONES PERIODICAS
DONOSTIARRAS: 1800-1936
Arantxa Arzamendi nos dice que LA GALERNA fue un Semanario literario, satírico e ilustrado, que publicó 35 números del 9 de
febrero al 5 de octubre de 1890 (57). Fueron colaboradores de esta revista: Castell, Antonio
Arzac, V. Iraola, José Artola, Juan Ignacio Uranga, Marcelino Soroa, García-Díaz, Cuadrado,
Eugenio Gabilondo, Inocencio Soraluce, Rodrigo Soriano y el maestro Felipe Gorriti
con su hoja musical. Aqui teneis la portada del primer número aparecido el 9 de Febrero de 1890, así mismo este enlace os permitirá acceder para consultar esta publicación si alguien tiene interés : http://liburutegidigitala.donostiakultura.com/Liburutegiak/catalogo_archivo_ficha.php?dp_id=109&fecha=1890-2-9&y=1890&m=2