"Artísticamente combinados se hallan los festejos que indica el programa colocado al dorso, representando la gran entrada del Carnaval con su numeroso séquito y gran escolta : la gran corrida de toros con caballeros en plaza; la pista del Circo de Alderdi Eder con caprichosos ejercicios gimnásticos y el espacioso salón del tetro Circo destinado a los bailes de máscaras, cuyos festejos tendrán lugar los días 27 y 28 de febrero y 1º de marzo. Figuras alegóricas sirven de orla a este bien combinado cuadro, por el que juzgamos el gran gusto y el gran estudio que ha tenido que hacer nuestro querido amigo señor Iraola, lo cual le coloca al nivel de los primeros artistas en el difícil arte de la litografía."
Pero no todo eran festejos y jolgorios. También había otros aspectos curiosos en la vida de la ciudad, y uno de ellos se adivina a través de la carta de los presos de la cárcel que publicaba el periódico. En ella un grupo de reclusos hacían saber que los días 28 de febrero y 19 de marzo "fuimos visitados y agraciados por una señora de esta capital con chocolates, vino y cigarros cada día. Por desgracia entre nosotros hay algunos compañeros que no saben leer ni escribir, y dicha señora tiene la amabilidad de contribuir con papel pautado, libros, tinta, plumas y otros enseres necesarios para la enseñanza de aquellos. Tenemos el sentimiento de no saber el nombre de la señora, para hacerlo constar; pero creemos que pertenezca a una sociedad, establecida en esta capital, para socorrer a los necesitados. Agradecemos en el alma su protección y buenos sentimientos que abriga para con nosotros, y rogamos a Dios conserve su vida dilatados años, así como también a las demás señoras que pertenecen a dicha sociedad.
Para mejor éxito de la enseñanza, solo deseamos que el señor presidente del Excelentísimo Ayuntamiento, tomando por base a esas señoras, se sirva proporcionarnos un taller de carpintería tan necesario para poder trabajar los que a ella se dedican; y un encerado para la explicación de Aritmética".
Aquellos días el periódico publicaba un curioso anuncio, el llamado "Metro Felipe", cuyo texto decía : "Metro Felipe, con el cual se averiguan instantáneamente y sin cálculo los precios y equivalencias de varas a metros y viceversa. Si deseamos saber las varas que hacen 23 metros, se recorre la escala de 50 metros hasta llegar al número 23 y veremos que en la escala de 59 varas, en el vértice donde dichas escalas se encuentran, está la equivalencia de 27 varas y dos cuartos. Averiguar los precios. si queremos saber el precio del metro, valiendo la vara a dos pesetas, se recorre la escala que dice precio de la vara, y siguiendo la calle que dice pesetas hasta encontrar el número 2, veremos que en ese punto se encuentra la equivalencia de 2 pesetas 39 céntimos, que es el precio del metro".Este "Metro Felipe" se vendía a tres pesetas en los almacenes de los señores Cazenave y Guiard, Avenida de la Libertad.
(EL DIARIO VASCO - 6/02/1991 - KOXKAS- R.M.)
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