lunes, 14 de enero de 2019

HISTORIAS Y CUENTOS : "LA SIDRA"

Según la tradición popular, el inventor del vino fue Noé; lo habréis oido muchas veces, pero no habréis oído nunca que la sidra es mucho más antigua, y que la inventó nada menos que nuestro padre Adán: así como suena.
Dios prohibió al primer hombre que comiese el fruto del árbol consabido, y cuando lo probó, en compañía de su apreciable esposa, ambos fueron arrojados del Paraíso y condenados, entre otras penas, al trabajo.
Adán, acostumbrado a la deliciosa holganza, que ya nunca más había de disfrutar, paseaba taciturno y melancólico al lado de su fiel compañera, cuando vió en el campo, entre otros árboles, un manzano frondosísimo, cuyas ramas inclinábanse al peso del sazonado y oloroso fruto.
- ¿Qué te pasa? le preguntó Eva.
-¿No ves?.
-¿Qué?
- Ese árbol maldito.
- ¡Qué hermoso está!¡Qué manzanas tan seductoras! Son de rapeta.
- Pero mujer,¿aún serías capaz de comerlas después de lo que nos ha sucedido por haberlas probado?
- Qué quieres que te diga, esposo mío; ese fruto tiene para mí un atractivo irresistible. ¡Déjame comer una manzanita siquiera, nada más que una!
Adán al oir esto, se puso más iracundo todavía, y acercándose al árbol origen de sus horrendas desdichas, lo sacudió con todo el vigor de sus brazos, de tal manera, que sembró el suelo de manzanas. Rodando éstas por el terreno, que estaba inclinado hacia un hoyo, fueron a dar a éste, llenándolo casi por completo, y entonces nuestro padre común cogió cuantas piedras encontró a mano, prefiriendo las mayores, y las arrojó con toda su fuerza sobre el fruto, machacándolo y desaciéndolo con el furor de la más enconada venganza. Satisfecha ésta, Adán obligó a Eva a que le siguiese y alejáronse ambos de aquellos parajes, él dirigiendo una mirada de odio al manzano, ya sin fruto, y ella volviendo la cabeza a hurtadillas para contemplarlo con lástima.
Pocos días después, siguiendo siempre aquella marcha continua a que los condenaba la necesidad de buscar sustento, volvieron a pasar por aquel sitio, y rendidos por la fatiga, sentáronse a descansar a la sombra de la arboleda.
No habían encontrado agua en todo el día, y devoraba la sed a los esposos.
De pronto Eva reconoció el sitio en que se hallaban, y al mirar al hoyo donde Adán había machacado las manzanas, vió que en un pocito formado por pedruscos había un líquido claro y trasparente que convidaba a beber. Lavantóse, fue ansiosa, se puso de bruces y bebió: era el zumo del fruto machacado tan cruelmente, fermentado por la fuerza del sol y convertido en una bebida refrescante y sabrosa; era, en fin, la primera sidra.
- Ven, Adán mío - gritó Eva después de satisfacer su sed devoradora - ven a beber esto, que es preferible al agua.
Levantóse Adán y bebió, con el ansia loca del sediento.
Excuso deciros la borrachera que cogieron nuestros primeros padres......¡fenomenal!

MIGUEL RAMOS CARRIÓN.

(FUENTE : "LA VOZ DE GUIPÚZCOA. Martes, 14 de Enero de 1902. Número 5.974)


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