lunes, 7 de enero de 2019

¿POR QUÉ VINIERON AQUÍ LOS GASCONES?

El cascarrabias de Gamón, aquel clérigo renteriano del XVIII en quien iban empatados el saber y las malas pulgas, recoge con fruición los apelativos de "cascoiac" y "landerrac" con que en su tiempo y sus paisanos motejaban a los donostiarras. Y de entonces a esta parte, aquellas palabras - quitándoles lo que tuvieran de peyorativas - van resultando ciertas: el análisis de los datos históricos, toponímicos, onomásticos, etc.,confirma la realidad de una población foránea -"landerrac"-, concretamente gascona -"cascoiac"-, establecida en el área de San Sebastián.

Este tema lo hemos estudiado bastante a fondo, primero mi maestro don Serapio Múgica, y después yo, que en mi libro sobre el Fuero de San Sebastián dejé perfectamente aclarado lo que nuestra carta puebla tiene de "fuero de francos". Esto es, un instrumento legal destinado a favorecer al establecimiento en la nueva villa de gentes que importa traer por las razones que sean; en el caso concreto de San Sebastián, los bayoneses, un grupo de armadores y comerciantes que ya venían sirviendo de enlace del reino de Navarra con los mercados exteriores. Estos burgueses de Bayona son los gascones -los "cascoiac" de Gamón, Bayona es una villa gascona, no vasca- que traen aquí e incorporan a la parte estellesa del Fuero donostiarra las normas de derecho marítimo mercantil propias de su legislación: por ejemplo, la regulación y tarifas de hostalaje y el artículo referente a los naufragios.

Estas cláusulas de procedencia netamente bayonesa son las que me dan pie a disentir de la opinión expresada por don Serapio de que los gascones vinieron aquí como consecuencia de que Sancho "el Sabio" había concedido el fuero. Yo creo, por el contrario, que ya se había iniciado una inmigración bayonesa a esta zona, que ellos elaboraron un cuaderno mezclando las normas jurídicas habituales en el reino aplicables a su caso con las normas marítimo-mercantiles propias de ellos (1), y que lo presentaron al rey para su sanción soberana. Esta es la manera normal como entonces sucedían las cosas, y San Sebastián no tenía por qué ser diferente.

A continuación, por la fuerza de la lógica, salta una pregunta: ¿Y por qué razón los bayoneses vinieron aquí,a esta zona? Porque se tuvieron que marchar de Bayona. La contestación parece una perogrullada, pero casi siempre los hechos son más sencillos de lo que parecen. ¿Y por qué hubieron de marcharse? Múgica da una explicación un tanto complicada, que yo acepté como buena cuando redacté mi estudio sobre el Fuero donostiarra y así lo hice constar al reproducirla. En síntesis venía a decir don Serapio que fue consecuencia del cambio de soberanía operado en la región aquitana a mediados del siglo XII, que pasa del francés al dominio inglés; a modo de hipótesis, suponía que a consecuencia de algunas revueltas registradas en tal coyuntura, se produjo la corriente de emigración gascona que vino a fijarse en esta costa guipuzcoana.

Como digo, entonces admití tal explicación; pero hoy el conocimiento de otros datos me fuerza a mudar de opinión; me parece que la causa determinante no pertenece a la historia política, sino a la geografía histórica. En dos palabras: no tiene que ver con los Plantagenet, sino con el Adour. Porque resulta que éste es un río vagabundo y no siempre ha tenido el mismo curso .

Bayona está situada justamente donde confluyen el Adour y el Nive; el uno baja del Bearn, el otro marca la vía a la Merindad de Ultra-Puertos (hoy de soberanía francesa, pero Navarra en la Edad Media y puerta de acceso por el col de Roncesvalles a la "cuenca" de Pamplona). El primer camino le dió a Bayona su carácter gascón, el segundo su función de salida al mar del reino de Navarra. El juego de las mareas del Cantábrico llegaba justamente hasta el punto de reunión de los dos ríos, y estos tres factores son los que crearon la villa bayonesa, abocada desde su origen a la función portuaria.

Ya desde el tiempo de los romanos, la venía cumpliendo, pero a comienzos del siglo XII ocurrió un suceso gravísimo: las arenas cegaron el bocal -le "boucau"- del Adour al mar. Pero como las aguas siempre se abren paso, el río buscó salida por Capbreton, a 18 kilómetros al Norte (3). Para una corporación de armadores y comerciantes marítimos, la coyuntura no podía ser más desesperada: si no podían sacar las mercancias de Navarra y desembarcar las destinadas a este reino interior, no cabía otra solución que buscar otro puerto marítimo (4) donde desembocara el tráfico de Navarra. Al sur encontraron dos: el estuario del Bidasoa y el abra del Urumea. De ambos puntos arrancan sendos caminos naturales hacia la meseta navarra; del primero, por el Baztán y el puerto de Velate; del segundo se pasa fácilmente al Oria y por su afluente el Leizarán se alcanza el puerto de Urto y Leiza. De ambos, sobre el mapa, hoy nos parece que es el mejor el primero, el del Bidasoa, el más corto, pero el enorme farallón de Velate es menos franqueable. Quizá esta sea la razón por la cual San Sebastián y no Fuenterrabía fue el principal asentamiento de los inmigrantes gascones. Y ello a pesar de que el estuario del Bidasoa tenía una más antigua tradición portuaria : nada menos que se remontaba a la época de los romanos.

(GLOSAS EUSKARAS. José Luis BANÚS y AGUIRRE)


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