No es la primera vez que el Ayuntamiento de San Sebastián se ha preocupado de poner al día la razón de ser de los símbolos, emblemas, títulos y atributos propios de su pueblo, y tal vez no sea esta la última.
Ya en 1950, con motivo de la Celebración del 8º. Centenario del Fuero de Repoblación, los señores tenientes de Alcalde , don José Joaquín Castañeda y don Martín Augustí , elevaron a examen y consideración del Ayuntamiento un informe sobre el sello, el escudo y la bandera de nuestra ciudad.
Sin entrar en consideraciones en lo que respecta al Sello, Escudo e Himno de la Ciudad, en sus conclusiones respecto a la Bandera nos dejaban claro que, a consecuencia del saqueo e incendio de la Ciudad el 31 de Agosto de 1813, la Bandera de la Ciudad, o bien se convirtió en botín, o lo que es más probable, se convirtió en cenizas como tantas otras cosas de la Ciudad, incluido su Archivo Municipal.
Las exigencias, harto apremiantes, de aquellos difíciles años de la reconstucción, la hicieron perderse en la memoria u oscurecerse y quedar relegada a segundo plano, siendo suplantada, a falta de otra cosa, por la bandera-matrícula de sus embarcaciones.
La bandera-matrícula, por la Ordenanza de Matrículas de 1802, correspondiente a la Capitanía del puerto de San Sebastián es blanca con un dado azul en el ángulo superior, por el lado del mástil, y ha sido conocida y usada como bandera de San Sebastián por antonomasia durante todo el siglo pasado y lo que llevamos del presente, que es casi todo él.
Sin embargo, la bandera de San Sebastián, esto es, la privativa de su Ayuntamiento, la que llevaba el Concejo al frente de sus actos oficiales, y al frente de sus tropas, las milicias donostiarras, antes del incendio de 1813, es una Bandera blanca, cruzada por una cruz roja en aspa (Cruz de Borgoña o aspa de San Andrés) y el ESCUDO DE LA CIUDAD en medio.
Esto se sabe a ciencia cierta por el testimonio ocular de dos escribanos Reales, don Juan Fermin de Echarri y don Antonio Angel Bentura de Arizmendi, que en el transcurrir del año 1785 levantaron acta ocular de lo que vieron en la Iglesia de Santa María, y que a tal efecto fueron expresamente nombrados en el Proceso de San Sebastián: Primicia de la Ciudad contra don Miguel Antonio de Remón, Vicario de Santa María, que consta en documento manuscrito de 413 folios, por ambos lados, en el Archivo Diocesano de Pamplona, con la referencia : Sentenciados, Navarro c/2359-n.º 1, documento que en uno de sus folios, y dentro de una amplia descripción de hechos y situaciones, dan fe de : "QUE LAS PRECIPITADAS DOS BANDERAS SON DE TAFETAN BLANCO, CON SU CRUZ, PINTADA ARTIFICIALMENTE, DE COLOR ENCARNADO, Y TIENEN CADA UNA, EN SUS DOS CARAS, EN CAMPO AZUL, EL ESCUDO DE ARMAS, DE QUE USA ESTA NOBLE CIUDAD, COMPUESTO DE UN NAVÍO, NAVEGANDO VIENTO EN POPA, SEGÚN SU FIGURADA REPRESENTACIÓN, CON DOS S.S. (SIGNIFICATIVAS, A NUESTRO LEAL MODO DE ENTENDER, Y UNIVERSAL DISCERNIMIENTO POPULAR : SAN SEBASTIAN).
EN LA VELA DE LA GAVIA MAYOR Y EN SUS RESPECTIVAS CIRCUNVALACIONES, LAS INSCRIPCIONES O LETREROS, FORMADOS CON PINTURA Y LETRAS MAYORES DE MOLDE, A MANERA DE LAS DE LA IMPRENTA, QUE DICEN ASÍ: "NOBLEZA Y LEALTAD GANADAS POR FIDELIDAD, SOSTENIDAS DE DOS LEONES PINTADOS TAMBIÉN CON COLOR AMARILLO, Y OTROS, QUE COMPLETAN LAS FIGURAS, PARA SU MAYOR ADORNO".
Es pues esta y no otra la realidad documental e histórica de la Bandera de San Sebastián, y que como ya he citado al principio, fue sometida a examen y consideración del Ayuntamiento en 1950, quedando el asunto pendiente de consulta de la Real Academia de la Historia, sin que desde aquel entonces hayan vuelto a tenerse noticias.
Ya en 1950, con motivo de la Celebración del 8º. Centenario del Fuero de Repoblación, los señores tenientes de Alcalde , don José Joaquín Castañeda y don Martín Augustí , elevaron a examen y consideración del Ayuntamiento un informe sobre el sello, el escudo y la bandera de nuestra ciudad.
Sin entrar en consideraciones en lo que respecta al Sello, Escudo e Himno de la Ciudad, en sus conclusiones respecto a la Bandera nos dejaban claro que, a consecuencia del saqueo e incendio de la Ciudad el 31 de Agosto de 1813, la Bandera de la Ciudad, o bien se convirtió en botín, o lo que es más probable, se convirtió en cenizas como tantas otras cosas de la Ciudad, incluido su Archivo Municipal.
Las exigencias, harto apremiantes, de aquellos difíciles años de la reconstucción, la hicieron perderse en la memoria u oscurecerse y quedar relegada a segundo plano, siendo suplantada, a falta de otra cosa, por la bandera-matrícula de sus embarcaciones.
La bandera-matrícula, por la Ordenanza de Matrículas de 1802, correspondiente a la Capitanía del puerto de San Sebastián es blanca con un dado azul en el ángulo superior, por el lado del mástil, y ha sido conocida y usada como bandera de San Sebastián por antonomasia durante todo el siglo pasado y lo que llevamos del presente, que es casi todo él.
Sin embargo, la bandera de San Sebastián, esto es, la privativa de su Ayuntamiento, la que llevaba el Concejo al frente de sus actos oficiales, y al frente de sus tropas, las milicias donostiarras, antes del incendio de 1813, es una Bandera blanca, cruzada por una cruz roja en aspa (Cruz de Borgoña o aspa de San Andrés) y el ESCUDO DE LA CIUDAD en medio.
Esto se sabe a ciencia cierta por el testimonio ocular de dos escribanos Reales, don Juan Fermin de Echarri y don Antonio Angel Bentura de Arizmendi, que en el transcurrir del año 1785 levantaron acta ocular de lo que vieron en la Iglesia de Santa María, y que a tal efecto fueron expresamente nombrados en el Proceso de San Sebastián: Primicia de la Ciudad contra don Miguel Antonio de Remón, Vicario de Santa María, que consta en documento manuscrito de 413 folios, por ambos lados, en el Archivo Diocesano de Pamplona, con la referencia : Sentenciados, Navarro c/2359-n.º 1, documento que en uno de sus folios, y dentro de una amplia descripción de hechos y situaciones, dan fe de : "QUE LAS PRECIPITADAS DOS BANDERAS SON DE TAFETAN BLANCO, CON SU CRUZ, PINTADA ARTIFICIALMENTE, DE COLOR ENCARNADO, Y TIENEN CADA UNA, EN SUS DOS CARAS, EN CAMPO AZUL, EL ESCUDO DE ARMAS, DE QUE USA ESTA NOBLE CIUDAD, COMPUESTO DE UN NAVÍO, NAVEGANDO VIENTO EN POPA, SEGÚN SU FIGURADA REPRESENTACIÓN, CON DOS S.S. (SIGNIFICATIVAS, A NUESTRO LEAL MODO DE ENTENDER, Y UNIVERSAL DISCERNIMIENTO POPULAR : SAN SEBASTIAN).
EN LA VELA DE LA GAVIA MAYOR Y EN SUS RESPECTIVAS CIRCUNVALACIONES, LAS INSCRIPCIONES O LETREROS, FORMADOS CON PINTURA Y LETRAS MAYORES DE MOLDE, A MANERA DE LAS DE LA IMPRENTA, QUE DICEN ASÍ: "NOBLEZA Y LEALTAD GANADAS POR FIDELIDAD, SOSTENIDAS DE DOS LEONES PINTADOS TAMBIÉN CON COLOR AMARILLO, Y OTROS, QUE COMPLETAN LAS FIGURAS, PARA SU MAYOR ADORNO".
Es pues esta y no otra la realidad documental e histórica de la Bandera de San Sebastián, y que como ya he citado al principio, fue sometida a examen y consideración del Ayuntamiento en 1950, quedando el asunto pendiente de consulta de la Real Academia de la Historia, sin que desde aquel entonces hayan vuelto a tenerse noticias.
(ESTEBAN DURAN - San Sebastián-Donostia a 3 de Diciembre de 1997
(Texto completo, extraído de un artículo publicado en su día, por el DIARIO VASCO)
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